La alfabetización como práctica social

La alfabetización de cada individuo o grupo social está condicionada por las características culturales, socioeconómicas y tecnológicas particulares del contexto histórico en el que vive. La alfabetización es una práctica social que varía, evoluciona, cambia a medida que también se modifican y transforman las formas, necesidades y medios de la cultura social dominante de cada época. La alfabetización no es un producto neutro y ajeno a los intereses de clase o de los grupos sociales hegemónicos en cada cultura. La alfabetización, es decir, la capacitación para el acceso, registro y la producción de conocimiento, siempre ha sido una seña de identidad y distinción social reservada, en casi todas las épocas históricas anteriores, a grupos minoritarios. A su vez, la alfabetización también ha ido trans formándose  simultáneamente a las transformaciones culturales que trajeron los nuevos inventos y artilugios tecnológicos de  codificación y distribución de información. Por ello la alfabetización no era igual en el tiempo del Antiguo Egipto (donde esta competencia se reservaba a los escribas) que en la escuela de mediados del siglo xx; era diferente en la Edad Media, donde la alfabetización solamente estaba al alcance de los monjes de los monasterios, que en el siglo XIX; no se concebía del mismo modo en la Europa protestante del siglo XVII que por los intelectuales ilustrados franceses del XVIII. Incluso el ciudadano de la sociedad industrial del siglo xx la entendía de modo distinto al individuo de la sociedad de la información del siglo XXI.